Pues eso es precisamente lo que es una
intolerancia al gluten, una alergia. Una respuesta aumentada del sistema
inmune al ponerse en contacto con gluten. La reacción puede ser leve
hasta tremendamente intensa y está relacionada a la magnitud de la
exposición, frecuencia y la propia hipersensibilidad.
Por lo tanto no es algo minúsculo el
pretender ofrecer alimentos libre de gluten, si no se han tenido en
cuenta todas las implicaciones para procesarlos, pues un paso en falso
genera contaminación por estas proteínas.
Los alimentos libres de gluten
deben ser manejados o preparados por personas informadas en cocinas
especializadas libres de productos derivados de TRIGO, AVENA, CEBADA,
CENTENO, ESPELTA y TRITICALE. Pues la reacción no se limita al tracto
gastrointestinas, que es el que mayor contacto tendrá sino a todo el
cuerpo, como sucede en la piel de este joven que consumió un plato de
pasta no apta para celíacos.
ANTE LA DUDA DE SI UN PRODUCTO CONTIENE GLUTEN, NO DEBERÁ CONSUMIRLO.
Dr. Juan Murúa
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