Los
cigarrillos electrónicos no son la solución para dejar de fumar, ni
tampoco para reducir el consumo diario de cigarrillos. Estos
dispositivos no han sido estudiados a profundidad y tampoco por tiempo
suficiente, para determinar problemas causa-efecto que puedan generar.
El año pasado la Food and Drug Administration (FDA) concluyó que actualmente
no se conocen a ciencia cierta los riesgos potenciales de los
cigarrillos electrónicos, la cantidad de nicotina que vierten en nuestro
organismo, así como tampoco qué otros productos químicos potencialmente
dañinos llegan a nuestro cuerpo durante el uso; incluso llegó a declarar contundentemente que se desconoce si existen beneficios asociados con el uso de estos productos -esto al hablar sobre alternativas para dejar de fumar-.
Recuerdo
haber tenido acceso a algunos estudios clínicos que indicaban que en
realidad las personas que utilizaban el cigarrillo electrónico
terminaban consumiendo más nicotina que cuando fumaban, pues
desestimaban el uso del cigarrillo electrónico al considerarlo que eso
no era fumar, por lo que al final del día habían consumido más
miligramos de nicotina.
En esta oportunidad quiero tratar el problema de las encillas, y los efectos de la nicotina en la salud de las mismas.
Los
estudios han demostrado que la nicotina - ya sea vertida a través del
cigarrillo tradicional u otros medios -perjudica a la boca, las encías y
la lengua. Un estudio publicado en la Revista de la Sociedad India de
Periodontología ha concluido que la nicotina puede contribuir
significativamente al desarrollo de la gingivitis (inflamación de las
encillas) y la periodontitis (cuando la inflamación es tan severa que
afecta al soporte de los dientes haciendo que éstos se aflojen y
finalmente se caigan), lo cual puede causar mal aliento e inflamación en
todo el cuerpo.
La nicotina es un vasoconstrictorEsto significa que reduce la cantidad de sangre que puede fluir a través de sus venas. Sin suficiente flujo de sangre, las encías no reciben el oxígeno, pero lo más importante es que dejan de recibir los nutrientes que necesitan para mantenerse saludables, causando la muerte de los tejidos de las encías.
En
condiciones normales, en presencia de gingivitis, las encillas se
irritan y se hinchan de sangre, y cuando se usa el hilo dental o incluso
cepillo, que sangran. El problema principal con la nicotina es el
enmascaramiento de los síntomas, pues todos sabemos que encillas que
sangran indican un problema, pero la vasoconstricción provocada por la
nicotina hace que los signos no aparezcan.
Como
vasoconstrictor, la nicotina también inhibe la capacidad del cuerpo
para producir niveles adecuados de saliva. Al no haber suficiente saliva
los dientes no se lubrican y quedan susceptibles a la acumulación de
partículas de alimentos de los que se nutren las bacterias, éstas
generan ácidos que destruye el esmalte del diente y terminan por generar
caries.
Si usted busca reducir el consumo de tabaco, acérquese a la clínica, lo podemos ayudar.Dr. Murúa
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